Monografia: La Vida Después De La Muerte

viernes, 10 de julio de 2009
Bueno después de mucho leer, mucho investigar y mucho esforzarce, ya cada cual esta terminando su propia monografía y esta es la mía: sobre la vida después de la muerte principalmente visto desde el punto de vista de mitologías (la nórdica, egipcia y griega), religiones (la católica y budista) y ciencia (NDEs, OBEs). Yo compartiré mi trabajo al mundo al publicarlo en internet pues pienso que tanta informacion no sirve si se la queda uno mismo (y quizas, por eso el hecho de tener un blog).
A continuación, les presento mi monografía:

Los NDEs

jueves, 9 de julio de 2009
Las experiencias cercanas a la muerte o ECM (en ingles, near-death experiences, NDEs) son supuestas percepciones del entorno narradas por personas que han estado a punto de morir o que han pasado por una muerte clínica y han sobrevivido. Hay numerosos testimonios, sobre todo desde el desarrollo de las técnicas de resucitación cardíaca, y según algunas estadísticas, podrían suceder aproximadamente a una de cada cinco personas que superan una muerte clínica.

Para algunas personas, la existencia de las ECM implicaría que cada ser humano está formado por un cuerpo físico y un ente inmaterial, y una conciencia o "alma" (tal y como afirman muchas religiones). En cambio, algunos científicos opinan que estos fenómenos pueden explicarse como meras alucinaciones del propio cerebro.

Los pacientes que han asegurado vivir este tipo de fenómenos coinciden en un patrón general, aunque no todos atraviesan todas estas fases:


  1. El paciente se siente flotar sobre su cuerpo, y ve el dormitorio, el quirófano o el lugar en el que se encontraba (out-of body experiences, OBEs, experiencia extracorporal), e incluso oye la declaración de su propio fallecimiento.
  2. Después, siente que se eleva y que atraviesa un oscuro túnel mediante una escalera o flotando en el vacío, y con una relativa rapidez.
  3. Ve aparecer una figura al final del túnel (que suele describirse como hermosa, blanca o transparente; a veces hay paisajes, voces o música).
  4. El paciente pasa a ser espectador, no siente dolor ni molestias: sólo percibe una paz interior.
  5. Algunas personas, sin embargo, aseguran haber tenido experiencias terroríficas en el más allá.
  6. Familiares o amigos difuntos van a su encuentro.
  7. Aparece una presencia o voz que se define en función de las creencias religiosas del paciente (puede tratarse de Jesuscristo, de un ángel, etc.), y se establece un diálogo sin palabras con ese ser que parece conocer todo sobre el moribundo.
  8. Se presenta una visión global pero íntegra de lo vivido, como si viese “su película”.
  9. El sujeto se ve delante de un obstáculo: una puerta o un muro y toma conciencia de que aún no ha muerto, y aunque sigue sintiendo una paz y tranquilidad indescriptibles y acogedoras, se da cuenta, y también eso le indican sus acompañantes, de que debe volver.

TOMADO DE: http://es.wikipedia.org/wiki/Experiencia_cercana_a_la_muerte

Experiencias Fuera del Cuerpo (OBE)

Esta experiencia como bien lo dice, es una en la que la persona, en la muerte clínica, se siente como si estuviera fuera de su cuerpo, es decir “sale” de su cuerpo y lo ve desde arriba, ve todo lo que esta pasando en su operación pues esto suele suceder en las muertes clínicas que se dan durante cirugías de algún tipo. Todavía conserva los 5 sentidos, y a pesar de poder hablar, nadie lo escucha. Se dice que es el alma o espíritu que esta a punto de salir de su cuerpo, ya que no llega a salir porque los médicos lo reviven (si no lo revivieran, no sabríamos lo que estas personas vieron). Esto sugiere que uno al morir se verá a uno mismo muriendo o viendo como otras personas tratan de ayudarlo para, según algunas experiencias cercanas a la muerte, viajar por un túnel hasta llegar a la luz intensa.
No obstante, algunos doctores y especialistas en el tema opinan que estas experiencias podrían estar siendo causadas porque la falta de oxigeno altera la actividad del cerebro, o porque es un método que usa el cerebro para enfrentar el trauma, o también porque el estrés causa que algunos sentidos se activen, como el llamado “propiocepción”, que es el sentido que tenemos para percibirse a uno mismo, por ejemplo para percibir la posición de los músculos, pero que en este caso se confundiría con un OBE.
El OBE también se podría comparar con el ba egipcio o con el ser que llega al bardo después de morir según el budismo tibetano.

Experiencias Cercanas a la Muerte (NDE)


Otra forma de contacto con la vida póstuma es la de las experiencias cercanas a la muerte. Esta es una experiencia que han vivido muchísimas personas alrededor del mundo sin importar raza, religión, cultura ni nada. Esta experiencia se vive (o la han vivido) cuando una persona entra en muerte clínica. La muerte clínica sucede cuando las funciones orgánicas cesan, o sea el corazón deja de latir y en el cerebro ya no se registran funciones electroquímicas, en este estado el cuerpo aún puede sobrevivir después de unos electrochoques, pero es justamente en este periodo de tiempo (entre la muerte y la resucitación) en que se tiene la NDE.
A pesar de que esto haya sido experimentado por muchas personas alrededor de todo el mundo y por mucho tiempo, las características de lo que viven durante este tiempo es siempre similar. Se sienten tranquilos, calmados y en paz, se encuentran en un túnel y al final de esta ven una intensa luz; o entran en otra dimensión como el paraíso o en raros casos, el infierno; o se encuentran con ángeles, con parientes difuntos, con el Dios de su propia religión y se comunican con estos: a veces les dicen que aún no es su momento y que vuelva a su cuerpo o a veces les dan a escoger; o ven toda su vida en una retrospectiva; o experimentan “experiencias fuera del cuerpo”.
Sin embargo, un estudio hecho por la universidad de Kentucky dice que las experiencias cercanas a la muerte podrían ser producto de un desorden del sueño llamado “rápido movimiento de los ojos” (REM por sus siglas en ingles: Rapid Eye Movement) en el cual la mente de la persona se despierta primero que el cuerpo y esto podría producir alucinaciones pues un ejemplo de REM es oír sonidos que hubieron justo antes de dormir y sentirse con incapacidad de mover su cuerpo como si se hubiera separado de este. El cual es una de las experiencias que se viven durante un NDE. Las personas que tuvieran un NDE puede que tengan un sistema de excitación que los predisponga a tener un fenómeno como el REM.

Contactos con el mas alla

Como ya mencioné antes, a partir del espiritismo, surgieron personas conocidas como médiums, llamadas así por ser un medio o mediador por el cual las personas en la tierra pueden comunicarse con los espíritus.
Los médiums desarrollaron una técnica llamada “escritura automática” que consiste en permanecer en un estado de trance para que algún espíritu posea su cuerpo y comience a escribir (es decir el espíritu, a través del médium) lo que este quiera. Sin embargo siempre se le ha criticado al médium de que estos escritos sean en realidad obras de su propio subconsciente pues este método se comenzó a usar en el siglo XX para el tratamiento de enfermedades mentales, para que el paciente exprese espontáneamente sus conflictos internos, los del subconsciente.
El ingles Frederick W. H. Myers, fue autor de uno de los experimentos más fascinantes y que podrían desmentir esa creencia del subconsciente del médium.
Su método llamado correspondencias cruzadas, consintió en mandar una serie de mensajes (por medio de la escritura automática) a médiums de todo el mundo que por sí solos no significan nada, pero juntos tomaban significado y que además eran mensajes sobre cosas que estaban fuera de la experiencia o el conocimiento del médium, por lo que no podría haber sido producto de sus subconscientes. Después de la muerte de Myers en 1901, médiums de todo el mundo comenzaron a recibir mensajes a través de la escritura automática firmada por Myers y por sus colegas también fallecidos. Cuando se les dijo en uno de los mensajes que contactaran una dirección central, las notas por fin obtuvieron significado. Se mandaron más de 3000 notas en 30 años, llenando 24 volúmenes y 1200 paginas.
Myers indicó que hacer eso era como “estar parado detrás de una hoja de vidrio escarchado el cual nubla la vista y amortigua el sonido dictando débilmente a una secretaria renuente y un tanto obtusa”[1].
En realidad Myes ha sido uno de los muchos que han escrito libros por medio de médiums. Uno de los médiums más conocido, es Francisco Cándido (“Chico”) Xavier, un brasileño prácticamente ciego, sin mucho más estudio que el escolar, se ha dedicado casi totalmente a la redacción de libros dictados por espíritus, vendiendo así best-sellers. Se le considera un santo por su benevolencia pues todo lo que gana, lo dona. Una de “sus” obras más conocidas se titula “Nuestro Hogar”[2], dictado por el difunto médico brasileño, André Luiz, en el que habla sobre cómo es el otro mundo (“nuestro hogar”). Él afirma que la vida póstuma es parecida a la de la Tierra y que es “el paraíso o el infierno que nosotros mismos hemos creado”[3].

A pesar de las pruebas que se han ido registrando, existe un escepticismo general ante el espiritismo por 3 razones básicas:

  • Las reuniones mediúmnicas de salón y de entretenimiento, unido a falsos médiums, desprestigiaron estos fenómenos.
  • Científicos perdieron interés al no poder ser estudiado en un laboratorio, aplicarse el método científico, y en el que influyen factores tan subjetivos como el estado anímico de los participantes.
  • Los psicólogos y la ciencia siempre lo consideró superstición y oscurantismo por no regirse por las leyes de la física conocidas.

[1] ZAMMIT, Victor. http://www.victorzammit.com/book/spanish/chapter14.htm
[2] Este libro se puede encontrar gratis en Internet en: http://www.espiritismo.cc/Descargas/libros/nuestrohogar.pdf
[3] MUNDOPARANORMAL. http://www.mundoparanormal.com/docs/parapsicologia/pueden_escribir_los_muertos.html

Lo que dice la ciencia


El ser humano parece ser el único ser viviente que conozcamos que tenga conciencia de que va a morir. Y en la búsqueda de saberlo y conocerlo todo, nos falta saber algo que nos preocupa muchísimo, algo tan importante emocionalmente para nosotros y tan difícil de saber, que se crearon diferentes explicaciones basadas en muy poco si no es nada. La ciencia y la psicología indican que es así como se fueron creando las diferentes explicaciones: por el deseo de explicarlo todo. Sin embargo la ciencia, que es algo más racional y que se basa en la experiencia para probar que algo es cierto o no, nos dice que la vida es “una suma muy compleja de reacciones químicas y la muerte [es] sencillamente cuando estas dejan de producirse”[1], esto quiere decir, que no existe una vida después de la muerte. Y eso es lo que dice porque eso es lo que se ha podido demostrar a través de experiencias y porque la vida en el más allá no es algo que puede ser estudiado en un laboratorio, en un tubo de ensayo.


[1] LEDJAMA. http://historias.biz/uncategorized/la-vida-despues-de-la-muerte-lo-que-sabe-la-ciencia

¿Evidencias? de la vida despues de la muerte

Como ya hemos visto, mitologías y religiones creen de alguna u otra forma cierta existencia del ser después de la muerte. Pero estas creencias se basan en los que antiguos fundadores dijeron o se basan en supuestos sucesos de los que nadie puede decir que fue testigo. Y obviamente nadie (en la actualidad se podría decir) a regresado de la muerte para contarnos cómo es el más allá.
Sin embargo, en el mundo contemporáneo (siglos 19-21), comenzó a desarrollarse una doctrina filosófica llamada espiritismo, que asegura totalmente la permanencia del alma después de la muerte. Esto además, trajo consigo la aparición de los médiums, personas con la habilidad paranormal de poder comunicarse con los espíritus, es decir, con los muertos. Estas comunicaciones entre vivos y supuestos espíritus han dado mucho de que hablar pues en el caso de que fueran verídicas, la cuestión aparentemente inherente al ser humano de la cual se ha preguntado tanto, habría sido contestado finalmente.
A parte de esta evidencia existen algunas otras como las experiencias cercanas a la muerte (NDE por sus siglas en ingles: Near-Death Experience), las experiencias fuera del cuerpo (OBE, por sus siglas en ingles: Out of Body Experience). Sin embargo estas “evidencias” son tema de discusión pues no se prestan muy bien a experimentos científicos que son con los cuales algo se aprueba “oficialmente”.

El nirvana o iluminacion

El nirvana no es un lugar, es un estado eterno del ser. Buda nunca lo definió pero su descripción más cercana que dijo sobre este concepto fue: “hay, discípulos, una condición donde no hay ni tierra ni agua, ni aire ni luz, ni espacio sin límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas ni falta de ideas, ni este mundo ni aquel mundo. No hay ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni causa ni efecto, ni cambio, ni detenimiento.”[1]. Los budistas en realidad no terminan de entender cómo es el nirvana, pero igualmente este es su objetivo, que también es llamado iluminación. Nirvana, para los budistas puede significar “liberación” pero literalmente significa “extinción”, una extinción de todos los sufrimientos y del ciclo de vida y muerte, que permite la liberación. Para llegar al nirvana es necesario seguir los Ocho Pasos que son:

  • Conocimiento correcto: consiste en “reconocer los estados mentales que producen felicidad y los que causan sufrimiento”[2] en saber cómo y porqué surge el sufrimiento en comprender las Cuatro Verdades, y en auto-conocerse para encontrar un estilo de vida que nos haga crecer espiritualmente.
  • Actitud correcta: o también llamado del pensamiento correcto, consiste en alejarse de los deseos, el odio y la envidia.

  • Expresión correcta: se refiere a la acción de la palabra. Se debe ser honesto, sincero y prudente para no dañar a otras personas con las palabras.
  • Acción correcta: se refiere a la acción del cuerpo que no debe dañar otras personas. Consiste en expresar el conocimiento y pensamiento correcto, incluyendo así, a los tres primeros pasos.
  • Vida correcta: indica que no se debe hacer dinero de algo que haga sufrir a los demás, o sea, trabajar con moralidad. Y también consiste en poner en práctica acciones (mentales, verbales y corporales) correctas a lo largo de la vida.
  • Esfuerzo correcto: este paso es básicamente lo que dice su nombre, esforzarse por cumplir con los demás pasos, por hacer buenas acciones.
  • Atención correcta: consiste en estar vigilando constantemente los sentimientos, las emociones y la mente para asegurase de que aún estamos siguiendo los pasos para alcanzar la iluminación y no dejarnos cometer acciones erróneas.
  • Concentración correcta: es calmarse a través de la meditación, esta meditación será natural y no debe forzarse. La cual nos llevará al nirvana.

[1] ZUKERAN, Pat. http://www.wikilearning.com/monografia/el_budismo_comparado_al_cristianismo-karma_samsara_y_nirvana/1187-4
[2] THARPA. http://www.tharpa.com/es/introduccion-del-libro-Ocho.pasos.hacia.la.felicidad-499.html

El karma en el budismo

En el budismo, así como en el cristianismo, existe la concepción de un juicio basado en la vida terrenal que determinará el futuro de nuestras vidas más allá de la presente. Este “juicio” en el budismo es llamado “karma”.
El karma para el budismo no es, como se piensa popularmente, una ley de “causa y efecto” con alguna divinidad para hacerla cumplir, sino más bien, es una ley o inercia natural que dice en simples palabras que “todos en nuestra actual existencia, estamos recogiendo lo que sembramos en nuestras vidas anteriores y a la vez estamos sembrando lo que recogeremos en la próxima”[1] y que trabaja de la siguiente manera:
El karma considera a lo dicho, hecho y pensado, pero con más importancia, considera a las intenciones de esas acciones, pues las acciones son neutrales pero es la intención detrás de la acción es la que en verdad cuenta.
El pensamiento o impulso para hacer algo –la intención- “siembra semillas” en nuestras mentes. Estas semillas kármicas pueden ser positivas o negativas. Cada acción esta precedida por un pensamiento, en el caso de que la acción se mueva por una voluntad negativa, con la intención de dañar física o emocionalmente a otra persona, se sembrarán semillas negativas en la mente.
Estas semillas pueden ser destruidas a través de varios métodos, de las cuales, las más fuertes son el arrepentimiento y la resolución firme de no querer volver a hacerlo, de caso contrario la semillas germinarán en la mente y atraerán consecuencias negativas. Las semillas positivas –“sembradas” por una buena voluntad- también pueden ser destruidas, por medio de varias formas, uno de los cuales es la ira.
Cuando uno tiene semillas positivas se dice que se tiene “buen karma” y cuando uno tiene semillas negativas, se dice que se tiene “mal karma”. Este karma, atraerá situaciones y experiencias a la vida del individuo según el karma que se tenga. Estas experiencias se darán cuando sea el momento y las circunstancias lo permitan, de modo que a veces puede que suceda en esta vida, y a veces en la siguiente (por eso se dice que los renacimientos están determinados por el karma). De este modo, “las intenciones que se forman en la conciencia atraen a las experiencias correspondientes”[2].
El karma en el budismo no habla sobre lo que esta bien o lo que esta mal, habla sobre lo que es positivo o negativo y se considera positivo lo que te acerca a la iluminación y negativo lo que te aleja de ese objetivo. En resumen, las intenciones positivas atraerán situaciones y experiencias igualmente positivas y las negativas, atraerán situaciones negativas.

[1] ANAEL.ORG. http://www.anael.org/karma/index.htm
[2] BUDISMO. http://www.budismo.com/articulos/efectosdel_karma.html

El renacimiento en el budismo

Por renacimiento se puede entender dos diferentes según Buda, una es la que sucede entre vida y vida, y la otra es la que sucede en el lapso de una vida, de un momento a otro.
  • Renacimiento ordinario: Este se da cuando el cuerpo físico muere, y entonces, la mente “que es, de hecho, una forma más sutil de la conciencia”[1], se separa el cuerpo y en un primer momento no se da cuenta que ha muerto, pero cuando ya lo hace, pasa un tiempo en un lugar después de la muerte que según el budismo tibetano, se llama bardo.
    El bardo es el estado intermedio entre muerte y renacimiento. Al morir, la conciencia entra al bardo durante 49 días, antes de renacer en un nivel superior o inferior (pues existen 5 diferentes niveles en los que se puede renacer) dependiendo de cuánto se perfeccionó espiritualmente. En el bardo, la conciencia piensa en su próxima vida y se plantea un “proyecto kármico”, este proyecto kármico es en realidad un propósito, el de perfeccionar algún defecto importante. Sin embargo al nacer se olvidan las vidas anteriores, así como el proyecto kármico y entonces se este último se debe ir descubriendo durante la vida.
  • Renacimiento constante de la idea del yo: a pesar de que aparentemente exista “algo” en nosotros que permanece, algo que podría llamarse alma, Buda dijo explícitamente que no existe un alma (doctrina fundamental llamada “anatta”) y que esta “continuidad” que se da en los renacimientos en realidad es la continuidad de un “conjunto de sensaciones, impresiones, momentos presentes, y el karma”[2]. Es la idea de un “yo” que permanece, la que no existe pero que nosotros o nos rehusarnos a ver o simplemente la ignoramos. Esta creencia de un “yo perdurable” nos ciega y no nos deja darnos cuenta de este renacimiento continuo. Pues en realidad en cada instante nos vamos renovando, morimos y renacemos constantemente, este renacimiento esta condicionado por el karma. Una vez que comprendemos que los objetos, así como el “yo” no existen sino que dependen del modo en que los percibimos y aceptamos la ausencia de una entidad intrínseca como el alma, es que llegamos a la iluminación.

[1] RAY, Reginald. http://www.librosbudistas.com/descargas/RENACER.htm
[2] ZUKERAN, Pat. http://www.wikilearning.com/monografia/el_budismo_comparado_al_cristianismo-karma_samsara_y_nirvana/1187-4

El más allá nórdico 2

Los que morían por enfermedad, o de viejos en su casa, o por un accidente, iban al reino subterráneo de la hija de Loki, Hel. Hel es representada como una mujer hermosa por una mitad, y muerta por la otra. Su reino es Neffelheim, pero los muertos van al Helheim, que era el reino de la muerte, la entrada era guardada por un mounstroso perro llamado Garm, y era un lugar del que ni los dioses podían escapar por el río que se decía que era de cuchillos, Gjöll. El Helheim no es un lugar de tormentos para las almas, más bien, es un lugar donde las almas deambulan por la nada, es un lugar de pereza y aburrimiento. Sin embargo, las almas viles y pecadoras tienen un espacio especial dentro del Helheim llamado Nastrand, donde las paredes estan cubiertas de serpientes venenosas que escupen veneno, esta era, sin lugar a dudas, el peor lugar en el que se podía ir después de morir. Se podría decir que era el antítesis del Valhalla que era el lugar mejor visto para ir después de morir, es por esto, que los guerreros que estaban en cama, podían clavarse una lanza para “marcarse para Odín”, es decir, para ir al Valhalla.
Las personas que morían ahogadas en el mar, eran atrapadas por la red de Ran, la diosa marina, y llevadas al palacio de Aegir y Ran en el fondo del mar. Aegir era el esposo de Ran y dios del mar, él era el del buen carácter mientras que Ran, su esposa, representa lo peligroso del mar y era el lado oscuro de la pareja pues se decía que ella hundía barcos y arrastraba a sus marineros al fondo del mar. Para no llegar con las manos vacías al palacio submarino, los marineros llevaban siempre algo de oro consigo.

El más allá nórdico 1

Para los nórdicos existían varios lugares a donde podías ir después de morir dependiendo de cómo moriste y no tanto de si tus obras en vida fueron buenas o malas.
Se creía que los nobles, los héroes y la mitad de los guerreros que morían en combate, eran seleccionados por las valquirias e iban a la estancia de Odín, el Valhalla (“vestíbulo de los caídos”) donde pasaban a formar parte (en forma de Einherjar, o sea de espíritus de guerreros) del ejército de Odín.
El Valhalla era una edificación enorme con muchas puertas, sus vigas eran como lanzas y su techo como un escudo. Allí vivían gloriosamente banqueteando y ejercitándose hasta el fin del mundo, cuando serían llamados a luchar por Odín en la última gran batalla, el Ragnarok. Odín era el jefe del grupo de dioses llamados los Aesir y además era el dios de la guerra, de la muerte, de los reyes, de la poesía y de la magia.
La otra mitad de guerreros que morían en combate, más algunas mujeres, van al salón Sessrúmnir en el palacio de Freyja, Fólkvangr. Freyja era una de las principales diosas de la mitología nórdica, era diosa de la fertilidad, sensualidad y del amor, aunque también era relacionada con la muerte, magia y guerra.
A pesar que Freyja recogía también mujeres, la principal diosa encargada de las mujeres, y más específicamente de las vírgenes era Gefjun, la diosa de la virginidad, de la fertilidad y de la virtud. Estas mujeres que morían vírgenes se convertían en súbditas de Gefjun.

Mitologia nordica


Los nórdicos vivieron entre los años 200 d.C. y 500 d.C., en el norte de Europa, en Noruega, Irlanda, Dinamarca, el sur de Suecia y en parte de Islandia, Inglaterra y Francia, o sea en el norte de Europa y Escandinavia principalmente.
La mitología nórdica es un conjunto de cuentos e historias que compartían los pueblos germánicos. Esta mitología, como cualquier otra, se vio afectada por su realidad, es decir por el clima, por las características de su organización social, características de sus tierras, el idioma, etc.
Esta tampoco es una revelación divina porque ningún dios se le presentó a un mortal para transmitirle algo como unas doctrinas de religión, tampoco tiene alguna guía sagrada y por estas razones se dice que no es una religión, solo una mitología.
Estas historias se transmitían oralmente de generación a generación al igual que la mitología griega, por medio de poemas extensos y las únicas fuentes que tenemos para conocer esta mitología son textos que se redactaron mucho después del período de actividad de la mitología nórdica, y que además, fueron redactados después de la cristianización, lo que supone que puede que existan ciertas incongruencias o vacíos en nuestro entendimiento de las creencias nórdicas.
Básicamente, y en pocas palabras la mitología nórdica trataba sobre la constante lucha entre dioses y gigantes, en una peculiar cosmología algo difícil de familiarizarse. El fin último de esta mitología era el Ragnarok, en el cual habría una gran pelea, y todos los hombres y dioses morirían, pero unos pocos sobrevivientes volverían a repoblar el mundo.
Su cosmología es bastante interesante y compleja, con varios mundos en un árbol, el árbol de la vida (Yggdrasil). Entre las ramas se encontraba un disco plano, donde a su vez existían varios lugares: en el centro del disco, Asgard, donde vivían los dioses del clan Æsir (pues existía otro clan de dioses, los Vanir). Alrededor de este se encontraba Midgard, donde vivían los hombres. Alrededor de este, estaba el mar y alrededor del mar estaba Jötunheim, donde vivían los gigantes. Debajo de este disco estaba Niflheim, lugar tenebroso de frío y hielo, en la parte más profunda de este lugar se encontraba Helheim, donde iban los muertos. Existían además de estos mundos, otros cuatro: Muspelheim (de los gigantes de fuego), Vanaheim (de los dioses Vanir), Álfheim (de los elfos) y Niðavellir (de los enanos).

El Tartaro

El Tártaro estaba situado en el subterráneo, mucho más profundo que el Hades (sin dejar de ser parte de él), era como una prisión fortificada para que nadie salga, rodeada de un río de fuego llamado Flagetón, “la entrada estaba defendida por una torre circundada de una nube tres veces más negra que la noche más sombría, y por puertas tan duras como el diamante, y tan fuertes, que los dioses mismos no podían romperlas.”[1] Este lugar era para las almas que no pasaron el juicio, para los injustos, y también para los enemigos de los dioses que eran puesto aquí.
Este es un lugar de sufrimiento gobernado por Hades que, cuenta la historia, fue creado por Zeus específicamente para encerrar a los titanes, quienes dominaban la tierra antes que los dioses del Olimpo. Pero obviamente también iban las almas de los difuntos que no habían hecho buenas acciones en vida, y habían sido sentenciados por los tres reyes jueces a ser “arrojados” al Tártaro. Y se dice arrojar una persona al Tártaro por la idea –que ya mencione más arriba- de que este se encuentra en las profundidades de la tierra mucho más allá que el Hades.


[1] E-TORREDEBABEL. http://www.e-torredebabel.com/Mitologia/mitologia-juventud/Parnaso-Infiernos-M-J.htm

Los Campos Elíseos

Los campos elíseos, así como el Tártaro, eran una sección del Hades, es decir estaban comprendidos dentro de él. Los Campos Elíseos era un lugar destinado a las sombras justas. En este se disfrutaba de un infinito placer y sentimiento de paz. El odio, la codicia y demás pecados no podían perturbar este espacio sagrado del Hades. Los Campos Elíseos ha sido siempre relacionado con el cielo cristiano, o con el jardín del Edén y es el antítesis del Tártaro. Estos campos tenían un paisaje de flores y vegetación.
Etimológicamente, la palabra “elíseos”, proviene de la palabra “elysion” que puede significar una persona que ha golpeada por un relámpago, como también puede derivar (la palabra elysion) del término egipcio Iaru o Ialu, nombres con los cuales también se le llamaba al Aaru.
Se dice también, aunque no es una opinión compartida por todos los autores, que las almas de las personas que estaban en estos campos, no conocían la muerte, pues los únicos capaces de enviar mortales a este lugar eran los dioses, y más específicamente el dios Hipnos que con su canto melodioso ponía a dormir a las personas.
Hades también era el gobernante de este lugar pero algunos opinan que en realidad era Cronos. Las personas que finalmente hayan sido destinados a este lugar podían elegir reencarnarse nuevamente en el mundo de los mortales, cosa que solo algunos elegían. Y aquellos que ya hubieran gozado de los Campos Elíseos tres veces, iban a la isla de los Bienaventurados, lugar aún mejor que los Campos Elíseos.

Castigos en el Hades

La gente malvada sufría castigos en el Hades, concretamente en el Tártaro. Aunque, a veces, se decía que los personajes castigados que aparecerán a continuación estaban junto al resto de muertos, sufriendo sus castigos.
El primero es Ticio, que fue castigado por intentar violar a Leto, madre de Apolo y Ártemis.
Su castigo fue estar condenado a que dos buitres devoraran su hígado.
A continuación Sísifo, que fue castigado por burlar a la muerte y escaparse de ella. Y también por escapar del Hades.
Por tanto le dieron un castigo que lo mantuviera ocupado y así evitar que lo volviera a hacer. Consistía en cargar una roca hasta la cima de un monte, cuando estaba a punto de llegar, la roca rodaba hacia abajo y el tenía que volver a empezar.
Otro personaje castigado fue Tántalo. El motivo por el que fue castigado varía según los autores.
Unos dicen que a causa de robar néctar y ambrosía ( los manjares divinos). Otros dicen que fue porque reveló los secretos de los dioses a los mortales. Otros que por matar a su hijo Pélope y servírselo a los dioses como comida. Todos se dieron cuenta excepto Démeter, que se comió su hombro izquierdo. Los dioses lo devolvieron a la vida y substituyeron su hombro por uno de marfil hecho por Hefeso.
Finalmente la última versión y la menos común, es que raptó a Ganimedes, normalmente esto se le atribuye al gran Zeus.
Su castigo consistía en estar sumergido en agua hasta el cuello y tener colgando sobre su cabeza gran cantidad de frutas, pero cuando intentaba beber, el agua bajaba y cuando intentaba coger una de las frutas un soplo de aire las ponía fuera de su alcance.
Las Danaides también fueron castigadas por matar a sus maridos el día de sus bodas.
Su castigo consistía en llenar un cántaro de agua, pero a medida que metían agua, esta salía por un agujero que tenía el cántaro.
Finalmente Ocno tiene que trenzar una cuerda que posteriormente se come un burro que está detrás de él.Esto se puede ver como una metáfora de su vida terrenal, ya que tenía una mujer que enseguida se gastaba lo que el ganaba.

TOMADO DE:http://mitoslogos.blogspot.com/2008/06/castigos.html

El Hades.

El Hades era el inframundo griego, al cual todos los difuntos iban. Este se comunicaba con el mundo exterior a través de la caverna Aquerusa, en el Edipo; la de Heraclea en el Ponto y a través de los ríos Aqueronte y Cocito.

Cabe notar que en los griegos, no existía la idea de maldad o sufrimiento eterno como castigo, sino que existía la idea de que el castigo sería la vergüenza eterna. Es por esto que el dios Hades en realidad no era un dios malvado, pero normalmente se le confunde con uno por relacionarlo con el demonio cristiano.

Era importante que los muertos tuvieran ceremonias adecuadas para que el paso al inframundo no fuese un problema, este paso de daba de la siguiente manera: el dios Hermes Psicopompo conducía los difuntos al Hades, una vez bajo tierra, se encontraban las puertas del infierno guardadas por el mounstroso perro Cerbero. Más adelante, se le tenía que pagar con una moneda a Caronte, el hombre del trasbordador del inframundo, para que te llevara en su barca y no te quedes errando por la nada. Él los llevaba por los ríos infernales del Hades: la laguna Estigia (río del odio), el Aqueronte (río del dolor), el Leteo (río del olvido), el Cocito (río del llanto) y el Flagetón (río del fuego). Los familiares, para evitarle problemas al difunto, le ponían una moneda debajo su lengua.
Ya en el Hades, el alma es juzgada por un tribunal compuesto por tres reyes que en vida fueron reconocidos por su “vida ejemplar, piedad y amor a la justicia”[1] y que fueron recompensados quedándose en este tribunal. Éaco, Minos y Radamantis eran esos tres reyes ejemplares.
Según la sentencia, las almas serán arrojadas al Tártaro si fueron “malas”, conducidas a los Campos Elíseos si fueron “buenas” y si no eran ninguna, a “los campos Asfódelos, donde se reproducía una versión fantasmal de la vida en la tierra”[2].


[1] ENCICLOPEDIA.US.ES. http://enciclopedia.us.es/index.php/Hades_(mundo_de_ultratumba)
[2] LEDJAMA. http://historias.biz/uncategorized/la-vida-despues-de-la-muerte-la-mitologia-griega

La mitologia griega

jueves, 2 de julio de 2009
La mitología griega es un conjunto de creencias muy extenso de mitos y leyendas de gran influencia en la historia de la humanidad. Esta es la mitología de los antiguos griegos cuya civilización se fue constituyendo hacia el año 2000 a.C., sin embargo la mitología propiamente dicha se desarrolló plenamente en el año 700 a.C. Este se desarrolló en los años 900 a.C., en Grecia
Estas creencias, como mitología, difieren de las religiones por no tener una doctrina, ni tampoco un libro sagrado como la Biblia para los cristianos, como su guía. Su función, como en cualquier otra mitología, era la de poder explicar cosas inexplicables como fenómenos natural, la creación o la vida después de la muerte. También sirvió para entretener y como inspiración par el arte. Al principio se transmitía oralmente a través de poemas, más tarde la literatura griega recogió estos poemas y los puso por escrito a forma de libros como la Ilíada de Homero, una de las obras más importantes y representativas de la mitología griega.
Las historias de estas mitologías incluyen a un gran número de dioses, semidioses, héroes y otras criaturas mitológicas. Estos personajes podían interactuar libremente con los mortales, los dioses poseían atributos o características humanas como la de tener sentimientos y una apariencia física parecida también a los humanos. Los dioses vivían en el monte Olimpo, la más grande montaña de Grecia.
Para los griegos, todos los seres humanos, a morir, iban a un lugar subterráneo llamado Hades, llamado así porque ese lugar era el reino del dios con el mismo nombre. Pero este lugar no siempre se creyó que se encontraba en el centro de la tierra, al comienzo se creía que se encontraba al oeste, donde terminaba el Océano, gran río que rodeaba al mundo griego, pero descubrimientos geográficos de navegantes griegos hizo que se cambiara al centro de la tierra.

La barca solar de Ra; y el Aaru

Los que sí pasaban la prueba elegían subir a la barca solar de Ra. Los egipcios había dividido el día en 24 horas, 12 del día, y 12 de la noche. En estos periodos, Ra (o sea, el sol), viajaba en su barca por el Duat durante el tiempo nocturno, es decir, moría e “iba al Duat” cada noche a enfrentarse con los seres malignos que habitaban en él. Y renacía cada mañana. Existen textos que describen las 12 horas de la noche y del día por los que pasaba Ra. Cada noche, Ra, abordo con todas las almas buenas que elegían subir a su barca, se enfrentaba a la serpiente Apep. El hecho de que cada día volviera a amanecer, significaba que Ra había ganado esa batalla y todos aquellos que estaban en la barca –aquellos que aprobaron el juicio de Osiris, dios de los muertos- renacían en Aaru, junto con Ra. Este ciclo de vida y muerte para Ra sucedía todos los días y era fuente de esperanza, la esperanza de renacer.
El Aaru era, una especie de “cielo” católico o “Campos Elíseos” griegos. Un lugar utópico parecido a la vida en el Nilo, lugar de caza y pesca ideal, un lugar para disfrutar eternamente. En este ya no existían enfermedades ni sufrimientos, ni tenían que trabajar. Los que trabajaban por ellos eran los “ushebtis”, estatuillas de madera creadas en vida para que sirvan al difunto en el más allá.
Obviamente la esperanza de todo egipcio, y gracias a que estaban de cierto modo “obsesionados” con la muerte (llegando a afectar social y políticamente a toda la cultura del Antiguo Egipto), era llegar al Aaru, mientras que su mayor miedo era sufrir en el Duat. Por esto es que era tan importante el proceso de momificación para la preservación del cuerpo y con esto de sus componentes espirituales, los conjuros de los diversos libros colocados junto a la momia y el hecho de tener una vida justa y buena, para que puedan pasar el juicio sin problemas.

El Duat

Aquellos que no pasaron la prueba, se quedaban en el Duat, el inframundo egipcio que se encontraba, en un primer momento sobre la tierra, y debajo del cielo de Ra, y más tarde, debajo de la tierra. Entonces los que no pasaban la prueba se quedaban en este lugar donde recibían diferentes penas y se convertían en demonios que apoyaban a la serpiente Apep, en su único objetivo de crear caos y desorden, como oposición al orden cósmico que significaba Maat.

El juicio de Osiris


Una vez muerto, el ba del difunto volaba en su recorrido hacia la tierra de Osiris. Este era conducido por Anubis hasta la Sala de la Doble Maat, de las Dos Maat, o de las Dos Verdades. En ella se daba lugar a cabo al “juicio de Osiris”.
El juicio era encabezado por Osiris, en conjunto con un tribunal de 42 jueces, cada uno representando 42 pecados. El difunto tenía que confesar sus pecados ante el tribunal, el llamado “confesión negativa” y de ahí tenía que esperar que su corazón no lo contradijera (para esto servía los conjuros del Libro de los Muertos). El corazón (es decir, la conciencia) era entonces pesado en una balanza contra el peso de la pluma de la diosa Maat, personificación de la verdad y la justicia. Si el corazón pesaba menos, había “pasado el examen” e iba hacia el Aaru, pero sino, un monstruo, la “devoradora de los muertos”, llamado Ammit, se lo comía. Ammit era representado como un perro acuclillado junto a la balanza.

El "Akh" egipcio

A este principio espiritual se le han dado muchos significados, pues puede ser algo confuso por las diferentes interpretaciones de este concepto que se le dio a través de los 3000 años que duro el Antiguo Egipto. Se ha traducido como espíritu, fantasma y transfiguración. Según los egipcios, cuando el cuerpo moría, el akh ascendía a los cielos y se convertía en una estrella, símbolo de inmortalidad esto se alcanzaba cuando se unían el ba y el ka. “La experiencia del akh suponía, una vez que la muerte alcanzaba al hombre que su espíritu, plenamente libre de impurezas y ultimado el proceso de Glorificación, arribase al Reino de la Luz Pura de Ra”[1]; el hombre se “fundía” con Ra la divinidad creadora de todo, y así, el hombre se hacia dios. El akh, se obtenía por un proceso de iniciación.

[1] PERSO.WANADOO.ES. http://perso.wanadoo.es/historiaweb/egipto/akh/index.htm

El "Ba" egipcio


Es a lo que nosotros llamaríamos alma. Podía manifestarse bajo el aspecto que el difunto quisiera y también podía animar al cadáver, se consideraba como la parte espiritual que contenía las características de la personalidad. “Volaba” en su recorrido al reino celestial para encontrarse son su “ka” pero volvía cada noche a “refugiarse” en el cuerpo del difunto, en la momia. Este concepto no era ajeno a los dioses, pues ellos también tenían un ba, así, se dice que Osiris era el ba del dios Ra y éste guiaba a los demás “bas” a llegar al Duat (el más allá). Se le solía representar como un ave pues se decía que el viaje que debía recorrer tras la muerte, lo hacia volando como un halcón. Y por tener esta movilidad se dice que era lo que vinculaba a lo meramente terrenal con lo divino.

El "Ka" egipcio


Es posiblemente el concepto mas difícil de entender ya que los egipcios nunca definieron qué era el ka. Algunos autores indican que se encontraba solo al morir, y otros, que se tenía desde el nacimiento. Era la fuerza vital. El ka además, podía convertir a la persona en un dios si, a causa de sus buenas obras en vida, se lo merecía. El ka requería de las ofrendas que se le daba pues se mantenía por los alimentos (aunque no consumía la parte física, sino el ka de estas comidas).

El espíritu egipcio

Los egipcios tenían una idea muy peculiar y compleja de cómo estaba conformado el ser humano. Para ellos, el hombre tenía dos partes: la material y la espiritual, pero estos a su vez estaban conformados por otros componentes. A pesar de que entre autor y autor existen diferencias a veces significativas y a pesar de que estos conceptos han pasado por diferentes transformaciones, el hombre, según los antiguos egipcios, estaba conformado por:
Elementos materiales: el cuerpo (“djet”, que era el “soporte físico para los demás elementos” y por lo cual debía ser momificado y preservado) que a la muerte se desdoblaba en:
o “Khat”: el cuerpo tangible
o “Khaibet”: su sombra
Elementos espirituales: estos eran los que sobrevivían después de morir.
o “Ka”
o “Ba”
o “Akh”

Ritos Funerarios Egipcios


Los egipcios además tenían un riguroso ritual funerario. El cadáver era embalsamado para mantener el mismo aspecto que había tenido en vida. Después de extraer el cerebro por medio de diferentes técnicas, las vísceras eran extraídas y conservadas en cuatro vasos llamados “canopes”, de ahí el cuerpo era limpiado y perfumado. Setenta días más tarde, el cuerpo ya sin las vísceras era envuelto en vendas y cubierto con amuletos protectores, para finalmente colocarlo en un sarcófago.
Otro importante ritual que se hacia sobre los muertos, o mejor dicho sobre las momias, fue el llamado “apertura de la boca y los ojos” por el cual se “revivía” el espíritu del muerto, pues para pasar a la otra vida, por el juicio de Osiris y demás, era necesario que la persona caminara, hablara y comiera. Y a través de este ritual se lograba eso. Este ritual comenzó en la época temprana del Antiguo Egipto y fue evolucionado hasta llegar a ser un procedimiento extremadamente exacto, en el que el momento cumbre era tocar la boca y los ojos con unos instrumentos para que de esta manera la personas pudiera ver y hablar en el mas allá.
Las tumbas además, eran decoradas con pasajes de la vida cotidiana, y objetos que los difuntos habían usado en vida, eran colocados ahí. También se hacían estatuas en especial para los faraones para que el ba lo pueda habitar.

El libro de los muertos.

Para los egipcios, la vida después de la muerte era una vida bastante humana, que se desarrollaba en un escenario muy parecido al que ellos vivían, solo que utópico. Era un valle con un río (como el del Nilo) pero este era extremadamente fértil, y se convivía con innumerables divinidades. Por esto, tenían los rituales funerarios eran muy importantes.


El libro de los muertos.
El libro de los muertos o también llamado por su traducción literaria, “la salida al día”, era una recopilación de textos con fórmulas mágicas que servían como guía para los difuntos para pasar de esta vida a la otra y se colocaba entre sus piernas. Estos textos son parte del tercer y ultimo periodo del Antiguo Egipto: el Imperio nuevo y contenían todo el ritual funerario egipcio y gracias a esto es que conocemos tanto sobre sus creencias de la vida en el más allá.

Mitología Egipcia

La cultura (y con esto, la mitología) del Antiguo Egipto se desarrolló durante mas de tres mil años, desde 3150 a.C. hasta 31 a.C., cuando fue invadida por el Imperio Romano.

En la vida cotidiana de las personas de esta cultura, predominaba la agricultura del fértil valle del río Nilo. Tenían una economía que se basaba en la agricultura y esta dependía totalmente en el ciclo de inundación del Nilo. Toda la cultura, incluida la mitología se deriva de este río, se crearon sistemas de riegos, ciencias como el algebra o meteorología para poder facilitar agricultura, etc.
“Los antiguos egipcios practicaban un sistema de creencias que era en parte totemista, parte politeísta y parte de adoración a los antepasados.”[1] Era totemista por la adoración a animales y politeísta por tener una gran cantidad de dioses. Pues ellos crearon toda una serie de divinidades que eran mayormente representados con cuerpo de hombre y cabeza de animal, ya que relacionaban toda naturaleza que no podían entender ni explicar, con cualidades animales.
Por haber tenido una gran duración, la mitología fue variando y evolucionando a través del tiempo, pasando así por varias etapas. Por ejemplo hubo un tiempo en el que se volvió una mitología monoteísta, o más bien atonista, que veneraban al dios Atom, que vendría a ser el sol (mas tarde se relacionó al sol son el dios Ra). Mas tarde, se les impuso al pueblo egipcio el cristianismo copto (copto significa Egipto), que se dice que fue en realidad un sincretismo[2] y por esto no existió mayor rechazo.
[1] HONREMOSAOSIRIS. http://www.honremosaosiris.com.ar/
[2] Cuando dos doctrinas se unen o fusionan en un intercambio cultural.



La vida despues de la muerte segun las mitologias

La idea de una vida posterior a la muerte se ha tenido desde tiempos increíblemente lejanos, esto se puede ver en las mitologías que son una recopilación de mitos y leyendas de determinada sociedad pero que solo tuvieron validez por un cierto tiempo. Estos mitos y leyendas fueron transmitidos oralmente de generación en generación como si fuera una tradición familiar. Durante ese tiempo sin embargo, estos mitos se quedaron plasmados en obras artísticas como la pintura, escultura o literatura. Es de esta manera, que gracias a esos productos es que en la actualidad conocemos muy bien a las mitologías antiguas.
Los hombres siempre han tratado de explicarlo todo. Las mitologías en este sentido funcionaron para explicar todo aquello que no tenía una explicación fácil de encontrar. Y la vida póstuma no fue la excepción.
La mitología es a mi parecer una parte importante de la historia de la humanidad porque demuestra la innata capacidad creativa y sentido de lógica de los humanos. Además, las mitologías pueden decir mucho sobre la forma de vida de nuestros antepasados y sus creencias y cómo, al compararlo con las creencias actuales, se puede notar cierta semejanza e incluso algún tipo de evolución en aquellas ideas que ahora nos parecerían totalmente absurdas.
Es por esta importancia que en este capítulo presentaré tres mitologías diferentes entre sí. Me centraré obviamente en sus creencias de la vida póstuma.

Religión Budista.

jueves, 25 de junio de 2009
El budismo es un conjunto de enseñanzas prácticas, muchas veces se confunde con una forma de vida o una filosofía. Pero es considerado actualmente como una de las religiones más importantes y con más seguidores en el mundo. Es además una muy compleja y con muchos subgrupos pues existe una gran variedad de interpretaciones, escuelas y prácticas.
Esta religión se ha ido desarrollando a partir de las enseñanzas de su fundador, Siddhārtha Gautama (el Buda, que significa “quien ha despertado”), alrededor del siglo V a.C. “Tras alcanzar la iluminación, dedicó su vida a propagar sus enseñanzas en el norte de la India” . “La doctrina de Buda se resume en las Cuatro Verdades Nobles, que son:
1. Toda existencia es insatisfactoria
2. Las insatisfacciones están causadas por el deseo de algo permanente, cuando en el mundo no existe la permanencia.
3. Es posible conseguir el cese de las insatisfacciones, el nirvana.
4. El nirvana puede alcanzarse siguiendo los Ocho Pasos.”
El budismo se originó en Asia y a medida que fue extendiéndose geográficamente, se fue adaptando a las situaciones culturales de cada lugar, por esto se podría distinguir entre los budismos de Sri Lanka, Tailandia, Birmania, Vietnam, Camboya, Laos, Nepal, Tíbet, China, Mongolia, Rusia y Japón. Sin embargo, las variantes principales del budismo son: el Theravāda (del sur), el Mahāyāna (del este) y el Vajrayāna (del norte).
En el budismo no existe un Dios y no se organiza de forma jerárquica, ni tiene una entidad que la rige como la Iglesia en el caso del catolicismo, sino mas bien, la autoridad religiosa la tienen los textos sagrados, en especial los Sutras que son sermones del Buda (Dharma). Sin embargo, su interpretación, análisis o comentario por parte de personajes importantes les da a esas personas cierto grado de autoridad religiosa.

El ciclo de muerte y nacimiento (samsara)

“Para los budistas, el mundo es una prisión en la que el sufrimiento y la ilusión impiden alcanzar la libertad y la iluminación” . Por esto, el sentido de la vida para los budistas es llegar a liberarse del sufrimiento y conseguir la iluminación. La vida es, en este contexto, una oportunidad muy buena para alcanzarla, y además, la idea de llegar a ese nivel de perfección genera, así como en el cristianismo, cierto sentido de esperanza.
Los budistas creen que las personas continúan renaciendo en un nuevo cuerpo cada vez que mueren según la ley del karma, hasta alcanzar la iluminación, cuando es liberada de este círculo de nacimiento y muerte. Una vez alcanzada la perfección o la iluminación, el alma individual deja de existir para “fundirse con el todo, después de lo cual nada existe para el alma” . Desde este punto de vista, no existe ningún tipo de vida después de la actual o mejor dicho después de salir del círculo de nacimiento y muerte.

El juicio final.


El juicio final suele confundirse con el juicio particular que cada uno tiene inmediatamente después de morir. Sin embargo, este juicio, como su nombre mismo sugiere, no sucede al morir, sino en el final de los tiempos, en la segunda venida de Cristo.
El juicio final consiste de, en primera instancia, la resucitación de los muertos. Después sucederá la llamada “parusía” o segunda venida de Cristo. En este, Cristo descenderá de los cielos mostrándose como es: Hijo de Dios, en su inmensa gloria y estará acompañado de ángeles que tocarán sus trompetas y llamarán a los elegidos de los cuatro puntos cardinales. Entonces será cuando se llevará acabo el juicio final. “Él separara los unos de los otros como el pastor separa a ovejas de las cabras” . Unos serán llevados a la gloria eterna y los otros al eterno sufrimiento.
Este juicio será público y se conocerán las buenas y malas acciones y las omisiones de cada uno. También se conocerán las respuestas a ciertos misterios de la fe católica como porqué Dios permite tanta maldad, conoceremos el fin último de la creación y “comprenderemos los caminos admirables por los que Su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último” .
Si bien es cierto que este hecho será precedido por angustia como nunca antes, al final será, para los creyentes y los que sigan la voluntad del Señor, el momento cumbre de su fe, el más esplendoroso y el que marcará la historia de la humanidad por siempre.

La esperanza de los cielos nuevos y la tierra nueva.


Como fin último de toda la fe cristiana, se encuentra la esperanza de los cielos nuevos y la tierra nueva: “después del juicio final, los justos reinarán para siempre con Cristo, glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo será renovado” .
En esta frase se dan algunas de las características de este nuevo lugar. Según la escatología cristiana, todo será renovado: la humanidad y el universo, y viviremos con Cristo. En este mundo “perfecto”, también nombrada como “la nueva Jerusalén”, Dios vivirá con los hombres "y enjugará toda lágrima de sus ojos (de los hombres), y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado" (Ap 21, 4;cf. 21, 27). Como se muestra, no habrá lugar para el pecado, reinará la justicia y la paz y todos los justos serán glorificados en cuerpo y alma.
Esta renovación del universo material y de la humanidad, significará que el Reino de Dios ha llegado a su plenitud y en ésta, Dios será "todo en todos" (1 Co 15, 28 ). Esta visión genera entre los creyentes una inmensa esperanza, la de “ser liberados de la servidumbre de la corrupción” .

El cielo.


El cielo es “el fin último y la realización de las aspiraciones más profundas del hombre, el estado supremo y definitivo de dicha” . Esta frase denota con mucho vigor cuán importante es para todos los cristianos llegar por fin a la gloria del cielo.
Sin embargo, a este lugar de éxtasis, gracia y felicidad eterna solo llegarán aquellos que hayan obrado en la tierra según la voluntad de Dios y “los que mueren en la gracia y la amistad de Dios y están perfectamente purificados” .
Este es el plan de Dios, Él nos creó para que volvamos a Él, pero también nos dio la opción de elegir, la libertad de creer o no creer, vivir correctamente o no. Este es su plan y es también la realización de nuestros mayores deseos.
El cielo ha sido descrito numerosas veces a lo largo del tiempo, según diferentes interpretaciones personales como la de Dante Alighieri en su obra “La Divina Comedia”. También ha sido retratado por varios pintores como en el fresco de Miguel Ángel, “El Juicio Final”. Estas ideas han influenciado en todos los hombres, por poseer además de su imaginación, cierta [concordancia] [relación] con lo que dice la Biblia como consecuencia de estas influencias, se han llegado a estereotipar un poco la apariencia del cielo llegándose a pensar popularmente que es un lugar que está sobre las nubes lleno de ángeles blancos y en un cielo celeste.

El infierno.


El infierno es una de las cosas últimas de la escatología cristiana. El Catecismo de la Iglesia católica lo define como el “estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios” que se da al “morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, lo que significa estar separados eternamente de Él para siempre por nuestra propia y libre elección” .
Sin embargo, “Dios no predestina a nadie a ir al infierno, para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final” . La Iglesia y religiosos fundamentalistas han usado el miedo hacia el infierno para convertir a las personas, pero actualmente esto es algo que la iglesia condena.
Las almas que descienden al infierno sufren eternamente diferentes penas, pero sin duda la principal es la separación eterna de Dios. A parte de esto, la Biblia dice que es “más que un lugar, es un estado de odio y de angustia” y nos da algunas imágenes fuertes como el “crujir de los dientes”, el “tormento de fuego inextinguible”, “las tinieblas y el llanto” y el hecho de no tener esperanza.
La idea de un lugar como el infierno, un lugar para los castigados, existe también en otras culturas como ya veremos mas adelante. El infierno, así como el cielo, ha sido estereotipado con las imágenes que da la Biblia sobre este lugar a pesar que algunos opinan que no deberían tomarse literalmente.

La purificación final o purgatorio.

Una vez terminada el juicio particular, este es uno de los “lugares” a los que se puede ir, al purgatorio. A pesar de que en la Biblia no aparece literalmente la palabra purgatorio, en varios pasajes bíblicos se hace referencia a este lugar “como un castigo abreviado” , porque “en el cielo nada entra impuro” . Mientras estén ahí, vivirán penas equivalentes a las del infierno, solo que éstas no serán eternas pues tarde o temprano, todos los que estuvieron en el purgatorio, llegarán al cielo, pues lo que estén en el purgatorio ya están salvados y solo se quedarán en este lugar el tiempo necesario para ser purificados. Este tiempo puede variar, es decir, disminuir, en función de las oraciones que se hagan desde la tierra, por consiguiente es necesario orar por lo muertos ya que la mayoría van a este lugar.
A éste van todos aquellos que han obrado bien y vivido siguiendo las pautas que le da la religión pero que aun así, necesitan purificar su alma. Pues como ya mencioné en la introducción al capítulo, las religiones tienden siempre al perfeccionamiento del hombre.

EL juicio particular

“El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura reiteradamente la existencia de la retribución inmediata después de la muerte de cada uno con consecuencia de sus obras y de su fe.”
Según el Catecismo de la Iglesia católica, cada persona inmediatamente después de morir, tendrá un juicio particular. En este estaremos en la presencia de Jesucristo y de nuestra vida: nuestras acciones, nuestros pensamientos, nuestras omisiones, etc. El juicio particular, como su nombre lo dice, lo tendrá cada uno en lo personal al morir.
Se nos juzgara por nuestra fe y nuestras obras, pero especialmente por nuestro amor, se dice que es en este juicio en el que se nos hará la pregunta “¿cuánto amaste?”, pues Dios espera que todas nuestras acciones sean hechas con amor.
Como resultado de este juicio, nos mandará al purgatorio, cielo o infierno. Estos dos últimos son eternos e irreversibles, Mientras que el purgatorio es solo temporal.
Existen varias [apreciaciones] [opiniones] [interpretaciones] dentro de la misma iglesia católica sobre el juicio particular. Muchas personas opinan que al morir, uno no tiene ningún juicio particular, sino que quedamos en un estado de [dormición] llamado “muerte paulina” en el que nos quedamos esperando (inconcientemente) resucitar en el juicio final a la segunda venida de Cristo.

La vida despues de la muerte segun algunas religiones

jueves, 18 de junio de 2009
La historia de las religiones demuestra que siempre se ha tratado conseguir una vida mejor, menos expuesta a desgracias. Recién cuando se consideró a la muerte como un mal y no como un accidente natural, se comenzó a creer en la vida después de la muerte. La lógica llevó a pensar que seríamos juzgados por nuestra conducta en la tierra y se impuso en todas las religiones la idea de que recibiremos premio o castigo según lo juzgado. El fin último de todas las religiones tiende al perfeccionamiento del hombre, a combatir la tendencia natural de la “peor” parte del hombre.
“Desde que los hombres se hicieron conscientes de su finitud, han manifestado, desde las formas más variadas, su creencia en algún tipo de vida después de la muerte.
El hombre neardental ya enterraba a sus muertos, […] se ha podido demostrar que ya en aquellos hombres prehistóricos, existían auténticos ritos de enterramiento. […] El dolor y la angustia se ven atenuadas por la perspectiva de la vida eterna. La muerte, en este sentido, es un comienzo, un nuevo nacimiento y como tal es fuente de esperanza.”

La purificación final o Purgatorio

1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.

1031 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820: 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura (por ejemplo 1 Co 3, 15; 1 P 1, 7) habla de un fuego purificador:

Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquél que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12, 31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro (San Gregorio Magno, dial. 4, 39).

1032 Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico (cf. DS 856), para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:

Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su Padre (cf. Jb 1, 5), ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41, 5).

TOMADO DE: http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p123a12_sp.html

Buddhist Afterlife Beliefs

Buddha accepted the basic Hindu doctrines of reincarnation and karma, as well as the notion that the ultimate goal of the religious life is to escape the cycle of death and rebirth. Buddha asserted that what keeps us bound to the death/rebirth process is desire, desire in the sense of wanting or craving anything in the world. Hence, the goal of getting off the Ferris wheel of reincarnation necessarily involves freeing oneself from desire. Nirvana is the Buddhist term for liberation. Nirvana literally means extinction, and it refers to the extinction of all craving, an extinction that allows one to become liberated.

Where Buddha departed most radically from Hinduism was in his doctrine of "anatta", the notion that individuals do not possess eternal souls. Instead of eternal souls, individuals consist of a "bundle" of habits, memories, sensations, desires, and so forth, which together delude one into thinking that he or she consists of a stable, lasting self. Despite its transitory nature, this false self hangs together as a unit, and even reincarnates in body after body. In Buddhism, as well as in Hinduism, life in a corporeal body is viewed negatively, as the source of all suffering. Hence, the goal is to obtain release. In Buddhism, this means abandoning the false sense of self so that the bundle of memories and impulses disintegrates, leaving nothing to reincarnate and hence nothing to experience pain.

From the perspective of present-day, world-affirming Western society, the Buddhist vision cannot but appear distinctly unappealing: Not only is this life portrayed as unattractive, the prospect of nirvana, in which one dissolves into nothingness, seems even less desirable. A modern-day Buddha might respond, however, that our reaction to being confronted with the dark side of life merely shows how insulated we are from the pain and suffering that is so fundamental to human existence.

Following death, according to Tibetan Buddhism, the spirit of the departed goes through a process lasting forty-nine days that is divided into three stages called "bardos." At the conclusion of the bardo, the person either enters nirvana or returns to Earth for rebirth.

It is imperative that the dying individual remain fully aware for as long as possible because the thoughts one has while passing over into death heavily influence the nature of both the after-death experience and, if one fails to achieve nirvana, the state of one's next incarnation.

Stage one of the Bardo (called the "Chikai" Bardo), the bardo of dying, begins at death and extends from half a day to four days. This is the period of time necessary for the departed to realize that they have dropped the body. The consciousness of the departed has an ecstatic experience of the primary "Clear White Light" at the death moment. Everyone gets at least a fleeting glimpse of the light. The more spiritually developed see it longer, and are able to go beyond it to a higher level of reality. The average person, however, drops into the lesser state of the secondary "clear light."

In stage two (called the "Chonyid" Bardo), the bardo of Luminous Mind, the departed encounters the hallucinations resulting from the karma created during life. Unless highly developed, the individual will feel that they are still in the body. The departed then encounters various apparitions, the "peaceful" and "wrathful" deities, that are actually personifications of human feelings and that, to successfully achieve nirvana, the deceased must encounter unflinchingly. Only the most evolved individuals can skip the bardo experience altogether and transit directly into a paradise realm. Stage three (called the "Sidpa" Bardo), the bardo of rebirth, is the process of reincarnation.

Buddhist and NDE Correlations

The Tibetan account of the first bardo after death shows striking parallels with the near-death experiences of people who have died, experienced themselves floating out of their bodies, having what appears to be real afterlife events, and then being revived.

The second bardo is an experience with divine entities which parallels near-death accounts where a person experiences visions of heaven, hell, and judgment. Scholars have also been interested in the parallels between the psychedelic and psychotic states, and experiences of "astral projection."

The third bardo involving the reincarnation of a person's karmic energy by choosing and entering a new body to be born agrees with many near-death accounts that affirm reincarnation.

The purpose behind the Buddhist bardo states after death is to provide the dying an opportunity to become enlightened and attain Buddha-hood, or if enlightenment is not attained, to secure a favorable rebirth. As it is with Buddhism, the goal to be attained during near-death experiences is to become one with God. Experiencers have described this as a "merging" process and "becoming God." This loss of ego and at-one-ment aspect involved in near-death experiences and the Buddhist bardo journey are identical.

The most remarkable correlation between Buddhism and near-death accounts is the encounter with a divine light. Buddhists refer to this light as the "Clear White Light" and the Tibetan Book of the Dead's description of it is remarkably similar to the Being of light in near-death experiences. Buddhists believe this light to be the light from all the enlightened ones which is indistinguishable from true essence of everyone. As it is with Buddhism, near-death experiences have described this light in the same way. For example, Mellen-Thomas Benedict saw the light change into various personalities such as Jesus and Buddha. Other experiencers affirm the light to be everyone and everything. Encounters with beings of light and darkness described in near-death experiences can be found in the "peaceful" and "wrathful" deities encountered in the Buddhist afterlife. At some point in the bardo states, many of the karmic essences of individuals feel a desire, a "pull", to return to the physical world. This phenomenon also appears in many near-death accounts when the individual is given a choice to stay or return and this choice results in the individual returning from the near-death condition. Also, as it is with Buddhism, near-death experiences support the concept of reincarnation.

The number of days (forty-nine) given in the Tibetan Book of the Dead is likely symbolic, although the Tibetans themselves, like all people who are strict religionists, interpret it literally.

The comparison between the Tibetan and Egyptian Books of the Dead, Taoism, and Kabbalistic conceptions, also reveals similarities. All of them with the exception of Tibetan Buddhism view the soul as composition of elemental components that separates after death; each component entering into its own world. Tibetan Buddhism describes an aspect of the human personality passing through a number of different afterlife bardo experiences.

¿Cómo es la muerte?

La muerte no es el fin de la vida, sino el comienzo de la Verdadera Vida. Para los que mueren en Dios, la muerte es un paso a un sitio/estado mejor ... mucho mejor que aquí. No hay que pensar en la muerte con temor. La muerte no es tropezarnos con un paredón donde se acabó todo. Es más bien el paso a través de esa pared para vislumbrar, ver y vivir algo inimaginable.

Santa Teresa de Jesús decía que esta vida terrena es como pasar una mala noche en una mala posada.

Para San Juan Crisóstomo, "la muerte es el viaje a la eternidad". Para él, la muerte es como la llegada al sitio de destino de un viajero. También hablaba de la muerte como el cambio de una mala posada, un mal cuarto de hotel (esta vida terrena) a una bellísima mansión.

"Mansión" es la palabra que usa el Señor para describirnos nuestro sitio en el Cielo. "En la Casa de mi Padre hay muchas mansiones, y voy allá a prepararles un lugar ... Volveré y los llevaré junto a mí, para que donde yo estoy, estén también ustedes" (Jn. 14, 2-3).

Es en la Liturgia de Difuntos de la Iglesia donde tal vez encontramos mejor y más claramente expresada la visión realista de la muerte. Así reza el Sacerdote Celebrante en el Prefacio de la Misa de Difuntos: La vida de los que en Tí creemos, Señor, no termina, se transforma; y al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el Cielo.

Por eso la muerte no tiene que ser vista como algo desagradable. ¡Es el encuentro definitivo con Dios! Los Santos (santo es todo aquél que hace la Voluntad de Dios, aunque no sea reconocido oficialmente) esperaban la muerte con alegría y la deseaban no como una forma de huir de esta vida, que sería un pecado en vez de una virtud- sino como el momento en que por fin se encontrarían con Dios. "Muero porque no muero" (Sta. Teresa de Jesús).

"Qué dulce es morir si nuestra vida ha sido buena" (San Agustín). San Agustín fue un gran pecador hasta su conversión ya bien adulto. El problema no es la muerte en sí misma, sino la forma como vivamos esta vida. Por eso no importa el tipo de muerte o el momento de la muerte, sino el estado del alma en el momento de la muerte.

TOMADO DE: http://www.homilia.org/inmortalidad/2muerte-juicio2.htm

Juicio particular y final

1. ¿Qué es el juicio particular? Inmediatamente después de la muerte tiene lugar el juicio particular, donde cada alma recibe el premio o castigo que sus obras merecen. Y se dirige al cielo o al infierno. O tal vez al purgatorio por un tiempo.

2. ¿De qué se nos juzgará? Dios nuestro Señor nos juzgará sobre:
Las cosas buenas que hemos hecho, incluidos los buenos deseos.
Las cosas buenas que hemos dejado de hacer (omisiones).
Las cosas malas que hayamos hecho, incluidos los malos pensamientos.
Las consecuencias de nuestros actos.

3. ¿Cuál será el criterio de medición? En su juicio, el Señor con su sabiduría infinita medirá nuestras acciones según se adaptaron a la voluntad divina, teniendo en cuenta los dones que cada uno ha recibido.

4. ¿Cómo será el juicio particular? Sobre esto se sabe muy poco. Puede ser algo así: tras la muerte, el alma aún no ve a Dios, pero se encuentra con la majestad divina, su amor, justicia y misericordia. Entonces hay tres reacciones posibles:
Si alguien muere sin haberse arrepentido de sus pecados graves, es incapaz de aceptar el amor divino y queda condenado al infierno para siempre.
Cuando uno muere en gracia, pero sin haber hecho la penitencia que sus pecados reclamaban, siente la llamada del amor divino y la acepta para siempre, pero ve la necesidad de purificarse antes de poder ver a Dios, y se dirige temporalmente al purgatorio. Esto sucede con la mayoría de la gente.
Algunas personas muy santas son llevadas directamente a la visión de Dios para siempre.

5. ¿Qué es el juicio final? Al llegar el fin del mundo, los cuerpos resucitarán (resurrección) unidos a sus almas para recibir conjuntamente el mismo premio o castigo que ya el alma había asumido.

6. ¿Por qué conviene que haya un juicio final?; ¿no basta con el particular? La sentencia es la misma, pero conviene un juicio final para que las sentencias sean públicas, se aprecie la justicia divina, y aumente la gloria de Dios.

7. ¿En el juicio final se sabrá todo? En el juicio final saldrán a la luz pública las obras buenas y malas de cada persona con sus consecuencias. Incluidas las omisiones u obras buenas que se dejaron de hacer.

TOMADO DE: http://www.ideasrapidas.org/juicio.htm

El juicio particular y el juicio final

lunes, 15 de junio de 2009
El Juicio particular y el Juicio final
Significado que tiene decir: "El fín del mundo", el "Juicio particular" y el "Juicio final".


El Juicio particular y el Juicio final


Todos hemos deseado en algunos momentos de nuestra vida, ser jueces de los demás. Opinamos con facilidad acerca de su vida juzgando si hicieron bien o mal. Sin embargo, nos cuesta trabajo pensar que nosotros también vamos a ser juzgados al final de nuestra vida y que nuestros actos, por más secretos que hayan sido, van a trascender más allá del momento en el que los hicimos.

¿Qué sucede con el alma después de la muerte?

Los cristianos encontramos en el Evangelio algunos pasajes que nos hablan acerca del destino del alma. Específicamente, en la parábola del pobre Lázaro (Lucas 16, 22) y en las palabras que Cristo dirige al buen ladrón, crucificado junto a Él (Lucas 23, 43).

Al morir, nuestra alma se separará de nuestro cuerpo. Se presentará ante Dios para recibir, de acuerdo con lo que nosotros mismos hayamos elegido en la vida terrena, la recompensa o el castigo eterno.

El Juicio Particular

Al morir, tendremos un Juicio Particular. En este juicio nos encontraremos ante Jesucristo y ante nuestra vida: todos nuestros actos, palabras, pensamientos y omisiones quedarán al descubierto.

Suena dramático, pero es real. Si nos encontramos en gracia de Dios, nuestra eternidad feliz empezará en ese momento. Si morimos en una actitud de rechazo total y voluntario a Dios, en pecado mortal, entonces empezará para nosotros el castigo eterno, el infierno.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos habla de la “retribución inmediata después de la muerte de cada uno como consecuencia de sus obras y de su fe” (n. 1021). El destino del alma será diferente para cada uno de nosotros, de acuerdo a cómo hayamos utilizado nuestro tiempo de vida en la Tierra.

Hay muchas personas que dicen: “Yo me voy a salvar, pues nunca he hecho el mal a nadie”. Hay que tener cuidado, pues ese día no se nos juzgará sólo por el mal que no hayamos hecho, sino también por el bien que hayamos dejado de hacer. Debemos preocuparnos no sólo por evitar hacer el mal, sino por hacer el bien a todo el que nos rodea. Si no hacemos el bien a los demás, llegaremos al juicio con las manos vacías y “no aprobaremos el examen”.

El Juicio Particular, como su nombre lo dice, será para cada uno de nosotros en lo personal. En éste, Dios nos preguntará: “¿Cuánto amaste?” Y cada uno de nosotros tendrá que responder a esta pregunta. Dios espera que cada uno de nuestros actos sea hecho por amor .

San Juan de la Cruz tiene una frase que dice: “Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor”.


El Juicio Final

El Juicio Final lo tendremos al final de los tiempos, cuando Jesús vuelva a venir glorioso a la Tierra. En él, todos los hombres seremos juzgados de acuerdo a nuestra fe y a nuestras obras.

La resurrección de todos los muertos, “de los justos y de los pecadores”, precederá al Juicio Final. Los que hayan hecho el bien resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación (Juan 5, 28-29).

En la Biblia podemos leer cómo será este juicio en Mateo 25, 31.32.46: Lo que sucederá ese día, de acuerdo con la narración de Jesucristo, será como un examen de aquello que nos caracteriza como personas humanas: nuestra capacidad de amar.

En ese día saldrán a la luz todas nuestras acciones y se verá el amor hacia los demás que pusimos en cada una de ellas.

Este amor será el que nos juzgará:

"Venid benditos de mi Padre… porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber…"

"Id malditos al fuego eterno… porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber…"

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: “El Juicio Final revelará hasta sus últimas consecuencias lo que cada uno haya hecho de bien o haya dejado de hacer durante su vida terrena” (n. 1039).

El juicio final es la prueba de que Dios es infinitamente justo y ha dispuesto todo con sabiduría para que la verdad se conozca y se aplique la justicia en cada hombre con el destino eterno que él mismo se haya merecido.

Algunas personas piensan que no hay que preocuparse por eso de los juicios, pues creen que Dios va a salvar a todos los hombres al final de los tiempos porque es infinitamente bueno y nos ama.

Es verdad que Dios es muy bueno, pero también es muy justo y respeta nuestra libertad. Cuando nosotros estamos en pecado mortal, libremente le hemos dicho a Dios que “no nos interesa salvarnos”. Si morimos en este estado, Dios respetará nuestra decisión. El hombre, con su libertad, alcanza la recompensa o el castigo eterno.

Frente a Cristo se conocerá la verdad de la relación de cada hombre con Dios.
El Juicio Final revelará que la justicia de Dios triunfa sobre todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte.

Reflexionar tanto en el Juicio Particular como en el Juicio Final nos recuerda que mientras tengamos vida, tenemos oportunidad de alcanzar nuestra salvación. Cada día nos ofrece la posibilidad de amar a Dios y a los que nos rodean, de perdonar a los que nos ofenden, de vivir cristianamente.


¿Cuándo será el juicio final?

El mismo Jesucristo nos aclaró que ni siquiera Él conoce el día ni la hora en que se llevará a cabo este acontecimiento, sino sólo Dios Padre. Así que no debemos dejarnos engañar por personas que pretenden conocer la fecha del fin del mundo. No debemos preocuparnos por intentar conocer esa fecha, sino sólo por estar siempre bien preparados, pues no sabemos en qué momento sucederá.

Para profundizar, puedes leer el Catecismo de la Iglesia Católica núm. 668 - 682, 1021-1023, 1038-1042, 2831



TOMADO DE: http://es.catholic.net/conocetufe/424/903/articulo.php?id=1574

El Hades y los castigos

jueves, 11 de junio de 2009
Los griegos creían que cuando una persona moría su alma se dirigía a las profundidades subterráneas, el dominio de la oscuridad donde Hades y Perséfone tenían su reino. En él (llamado también simplemente el Hades en honor al dios) los muertos debían ser juzgados por tres jueces: Radamantis, Minos y Aicos, y en el caso de que hubieran llevado una vida indigna podían ser condenados al castigo eterno. Los primeros griegos situaban el mundo de los infiernos más allá del océano que envolvía al mundo, aunque más tarde se le asignó el espacio que hay bajo la tierra. Era un mundo aparte, con sus propias montañas, cavernas, sus cinco ríos y dos regiones, llamadas Erebo y Tártaro, donde las almas eran castigadas, además de los campos Elíseos, el hogar de las almas sin mácula.

Hécate: La diosa Hécate, adivina y patrona de los magos y las brujas, habitaba en el Hades, donde presidía diversos actos y algunas ceremonias. Solía salir a la superficie acompañada de sus perros y tomaba formas diferentes, como de un lobo, una yegua o una mujer con tres cuerpos y tres cabezas. A menudo presidía los cruces de caminos, donde se levantaban estatuas en su honor.

Caronte: Los muertos debían atravesar los ríos Aqueronte o Estigia para acceder al reino de los infiernos en la barca que conducía Caronte. Éste, un anciano iracundo, exigía de todo aquel que quisiera cruzar el río una moneda, de ahí que los griegos coloquen una en la boca de los recién fallecidos.

Estigia y otros ríos: El mundo de los infiernos contenía cinco ríos. El Aquelonte era un río casi estancado, con márgenes fangosos y cubiertos de cañaverales, mientras que el Piriflegetonte estaba envuelto en llamas. En el Cócito (el río de los lamentos) se quedaban aquellos que no habían sido enterrados, donde permanecerían durante cien años. Estigia, el río más extenso, recorría el Hades nueve veces. Finalmente, el Leto era el río de cuyas aguas bebían los muertos para olvidar el pasado.

Campos Elíseos: Los antiguaos griegos creían que las personas que habían llevado una vida digna iban a parar a los Campos Elíseos tras la muerte. Este lugar se encontraba en uno de los márgenes del océano que rodeaba el mundo y era un lugar muy hermoso donde las almas de los muertos se dedicaban a practicar o a recitar poesía. Se encontraban a cargo del titán Cronos.

Orfeo y Eurídice: Desconsolado por la muerte de su esposa, la ninfa Eurídice, debido a la picadura de una serpiente, Orfeo, el gran músico, decidió descender a los infiernos para ir a buscarla. Tras encantar a Cerbero con la música de su lira, accedió a los reinos de Hades, quien, junto con su esposa Perséfone, consintió que Eurídice regresara a la superficie con la condición de que ella fuese detrás de Orfeo y el no se volviese hacia atrás para verla, pero la tentación fue demasiado fuerte, estando casi a la salida del inframundo Orfeo se volvió, y Eurídice quedó en los infiernos para siempre.


Tántalo: Tántalo, rey de Lidia (en la actualidad Turquía), dudaba del poder de los dioses, así que los invito a un banquete en el que sirvió a su hijo Pélope para ver quién de ellos descubría lo que comían. Los dioses no tardaron mucho en descubrir el engaño y lo condenaron a permanecer para siempre en el Hades rodeado de comida y bebida pero sin poder acceder a ellas.

Prometeo: El titán Prometeo siempre protegió a los hombres, muchas veces a costa de los propios dioses. Así, en una comida engañó a Zeus de modo que éste se quedara con los huesos, mientras que la carne la reservó para los hombres. Además, él fue quien robó a Hefesto el fuego para llevarlo a los hombres y enseñar a estos el arte de la forja. Como castigo, Zeus encadenó a Prometeo en un a roca donde un águila le devora el hígado; éste; al regenerarse sin fin, permitía que el suplicio durase toda la eternidad.

Sísifo: El rey de Corinto, Sísifo, se negaba a tener un funeral. Hades, ofendido, le envió de nuevo a la superficie para que lo enterraran, pero Sísifo aprovecho la ocasión para volver al trono. Al morir, Hades lo condenó a empujar para siempre una enorme roca hasta lo alto de una ladera.

El Rey midas: Midas era rey de Frigia y, según leyendas, hijo de la diosa Cibeles. Protagoniza dos célebres historias en las que demuestra ser una persona de la más irreflexiva. Que habla mucho antes de pensar en las consecuencias de sus palabras.

Las orejas de Asno: Después de que Apolo se impusiese sobre Marsias en un concurso en el que se intentaba dilucidar quién de los dos tocaba mejor la flauta, Midas intervino diciendo que no estaba de acuerdo con el resultado. Apolo, irritado, hizo que le creciesen dos orejas de asno a modo de castigo. Midas tuvo que camuflarlas debajo el cabello, pero el barbero del rey, el único que sabía la verdad, no tardó mucho en dar a conocer tan humillante secreto.

La tortura del oro: Unos campesinos trajeron ante el rey Midas al sátiro Sileno, adormecido bajo los efectos del vino. Tras reconocerlo como uno de los acompañantes de Dioniso, Midas lo dejó libre. Como agradecimiento, el dios le concedió un deseo, y el rey solicitó que todo lo que tocase se transformase en oro. Todo fue bien hasta que tuvo hambre; descubrió para su pesar que incluso los alimentos y el vino se convertían en oro. Apesadumbrado, imploró a Dioniso que pusiera sin a este tormento; éste, compadecido, le ordenó que se lavase en una fuente donde, desde entonces, abundaron las pepitas de oro.

TOMADO DE:http://porlosdiosesdelolimpo.blogspot.com/2008/01/el-hades-y-los-castigos.html