El renacimiento en el budismo

jueves, 9 de julio de 2009
Por renacimiento se puede entender dos diferentes según Buda, una es la que sucede entre vida y vida, y la otra es la que sucede en el lapso de una vida, de un momento a otro.
  • Renacimiento ordinario: Este se da cuando el cuerpo físico muere, y entonces, la mente “que es, de hecho, una forma más sutil de la conciencia”[1], se separa el cuerpo y en un primer momento no se da cuenta que ha muerto, pero cuando ya lo hace, pasa un tiempo en un lugar después de la muerte que según el budismo tibetano, se llama bardo.
    El bardo es el estado intermedio entre muerte y renacimiento. Al morir, la conciencia entra al bardo durante 49 días, antes de renacer en un nivel superior o inferior (pues existen 5 diferentes niveles en los que se puede renacer) dependiendo de cuánto se perfeccionó espiritualmente. En el bardo, la conciencia piensa en su próxima vida y se plantea un “proyecto kármico”, este proyecto kármico es en realidad un propósito, el de perfeccionar algún defecto importante. Sin embargo al nacer se olvidan las vidas anteriores, así como el proyecto kármico y entonces se este último se debe ir descubriendo durante la vida.
  • Renacimiento constante de la idea del yo: a pesar de que aparentemente exista “algo” en nosotros que permanece, algo que podría llamarse alma, Buda dijo explícitamente que no existe un alma (doctrina fundamental llamada “anatta”) y que esta “continuidad” que se da en los renacimientos en realidad es la continuidad de un “conjunto de sensaciones, impresiones, momentos presentes, y el karma”[2]. Es la idea de un “yo” que permanece, la que no existe pero que nosotros o nos rehusarnos a ver o simplemente la ignoramos. Esta creencia de un “yo perdurable” nos ciega y no nos deja darnos cuenta de este renacimiento continuo. Pues en realidad en cada instante nos vamos renovando, morimos y renacemos constantemente, este renacimiento esta condicionado por el karma. Una vez que comprendemos que los objetos, así como el “yo” no existen sino que dependen del modo en que los percibimos y aceptamos la ausencia de una entidad intrínseca como el alma, es que llegamos a la iluminación.

[1] RAY, Reginald. http://www.librosbudistas.com/descargas/RENACER.htm
[2] ZUKERAN, Pat. http://www.wikilearning.com/monografia/el_budismo_comparado_al_cristianismo-karma_samsara_y_nirvana/1187-4