El infierno.

jueves, 25 de junio de 2009

El infierno es una de las cosas últimas de la escatología cristiana. El Catecismo de la Iglesia católica lo define como el “estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios” que se da al “morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, lo que significa estar separados eternamente de Él para siempre por nuestra propia y libre elección” .
Sin embargo, “Dios no predestina a nadie a ir al infierno, para que eso suceda es necesaria una aversión voluntaria a Dios (un pecado mortal), y persistir en él hasta el final” . La Iglesia y religiosos fundamentalistas han usado el miedo hacia el infierno para convertir a las personas, pero actualmente esto es algo que la iglesia condena.
Las almas que descienden al infierno sufren eternamente diferentes penas, pero sin duda la principal es la separación eterna de Dios. A parte de esto, la Biblia dice que es “más que un lugar, es un estado de odio y de angustia” y nos da algunas imágenes fuertes como el “crujir de los dientes”, el “tormento de fuego inextinguible”, “las tinieblas y el llanto” y el hecho de no tener esperanza.
La idea de un lugar como el infierno, un lugar para los castigados, existe también en otras culturas como ya veremos mas adelante. El infierno, así como el cielo, ha sido estereotipado con las imágenes que da la Biblia sobre este lugar a pesar que algunos opinan que no deberían tomarse literalmente.