Los nórdicos vivieron entre los años 200 d.C. y 500 d.C., en el norte de Europa, en Noruega, Irlanda, Dinamarca, el sur de Suecia y en parte de Islandia, Inglaterra y Francia, o sea en el norte de Europa y Escandinavia principalmente.
La mitología nórdica es un conjunto de cuentos e historias que compartían los pueblos germánicos. Esta mitología, como cualquier otra, se vio afectada por su realidad, es decir por el clima, por las características de su organización social, características de sus tierras, el idioma, etc.
Esta tampoco es una revelación divina porque ningún dios se le presentó a un mortal para transmitirle algo como unas doctrinas de religión, tampoco tiene alguna guía sagrada y por estas razones se dice que no es una religión, solo una mitología.
Estas historias se transmitían oralmente de generación a generación al igual que la mitología griega, por medio de poemas extensos y las únicas fuentes que tenemos para conocer esta mitología son textos que se redactaron mucho después del período de actividad de la mitología nórdica, y que además, fueron redactados después de la cristianización, lo que supone que puede que existan ciertas incongruencias o vacíos en nuestro entendimiento de las creencias nórdicas.
Básicamente, y en pocas palabras la mitología nórdica trataba sobre la constante lucha entre dioses y gigantes, en una peculiar cosmología algo difícil de familiarizarse. El fin último de esta mitología era el Ragnarok, en el cual habría una gran pelea, y todos los hombres y dioses morirían, pero unos pocos sobrevivientes volverían a repoblar el mundo.
Su cosmología es bastante interesante y compleja, con varios mundos en un
