El karma en el budismo

jueves, 9 de julio de 2009
En el budismo, así como en el cristianismo, existe la concepción de un juicio basado en la vida terrenal que determinará el futuro de nuestras vidas más allá de la presente. Este “juicio” en el budismo es llamado “karma”.
El karma para el budismo no es, como se piensa popularmente, una ley de “causa y efecto” con alguna divinidad para hacerla cumplir, sino más bien, es una ley o inercia natural que dice en simples palabras que “todos en nuestra actual existencia, estamos recogiendo lo que sembramos en nuestras vidas anteriores y a la vez estamos sembrando lo que recogeremos en la próxima”[1] y que trabaja de la siguiente manera:
El karma considera a lo dicho, hecho y pensado, pero con más importancia, considera a las intenciones de esas acciones, pues las acciones son neutrales pero es la intención detrás de la acción es la que en verdad cuenta.
El pensamiento o impulso para hacer algo –la intención- “siembra semillas” en nuestras mentes. Estas semillas kármicas pueden ser positivas o negativas. Cada acción esta precedida por un pensamiento, en el caso de que la acción se mueva por una voluntad negativa, con la intención de dañar física o emocionalmente a otra persona, se sembrarán semillas negativas en la mente.
Estas semillas pueden ser destruidas a través de varios métodos, de las cuales, las más fuertes son el arrepentimiento y la resolución firme de no querer volver a hacerlo, de caso contrario la semillas germinarán en la mente y atraerán consecuencias negativas. Las semillas positivas –“sembradas” por una buena voluntad- también pueden ser destruidas, por medio de varias formas, uno de los cuales es la ira.
Cuando uno tiene semillas positivas se dice que se tiene “buen karma” y cuando uno tiene semillas negativas, se dice que se tiene “mal karma”. Este karma, atraerá situaciones y experiencias a la vida del individuo según el karma que se tenga. Estas experiencias se darán cuando sea el momento y las circunstancias lo permitan, de modo que a veces puede que suceda en esta vida, y a veces en la siguiente (por eso se dice que los renacimientos están determinados por el karma). De este modo, “las intenciones que se forman en la conciencia atraen a las experiencias correspondientes”[2].
El karma en el budismo no habla sobre lo que esta bien o lo que esta mal, habla sobre lo que es positivo o negativo y se considera positivo lo que te acerca a la iluminación y negativo lo que te aleja de ese objetivo. En resumen, las intenciones positivas atraerán situaciones y experiencias igualmente positivas y las negativas, atraerán situaciones negativas.

[1] ANAEL.ORG. http://www.anael.org/karma/index.htm
[2] BUDISMO. http://www.budismo.com/articulos/efectosdel_karma.html