La esperanza de los cielos nuevos y la tierra nueva.

jueves, 25 de junio de 2009

Como fin último de toda la fe cristiana, se encuentra la esperanza de los cielos nuevos y la tierra nueva: “después del juicio final, los justos reinarán para siempre con Cristo, glorificados en cuerpo y alma, y el mismo universo será renovado” .
En esta frase se dan algunas de las características de este nuevo lugar. Según la escatología cristiana, todo será renovado: la humanidad y el universo, y viviremos con Cristo. En este mundo “perfecto”, también nombrada como “la nueva Jerusalén”, Dios vivirá con los hombres "y enjugará toda lágrima de sus ojos (de los hombres), y no habrá ya muerte ni habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado" (Ap 21, 4;cf. 21, 27). Como se muestra, no habrá lugar para el pecado, reinará la justicia y la paz y todos los justos serán glorificados en cuerpo y alma.
Esta renovación del universo material y de la humanidad, significará que el Reino de Dios ha llegado a su plenitud y en ésta, Dios será "todo en todos" (1 Co 15, 28 ). Esta visión genera entre los creyentes una inmensa esperanza, la de “ser liberados de la servidumbre de la corrupción” .